El espléndido reportaje firmado hoy, 10 de diciembre, por Begoña Fleitas en Marca, desvela la audaz “Misión Tokio” de Diego García Carrera y Álvaro López, entrenando en una cámara de calor militar para anticipar los implacables rigores climáticos japoneses. Un viaje al límite del rendimiento, en el que la ciencia y la pasión atlética convergen en busca de la gloria.
En la Base Aérea de Torrejón, dos figuras de la marcha española alzan la mirada hacia los Juegos del Mundo: Diego García Carrera, doble medallista europeo, y Álvaro López, campeón de España. Juntos afrontan la “Misión Tokio”, una admirable estrategia de aclimatación en una cámara de calor militar, diseñada para reproducir las despiadadas condiciones térmicas y de humedad de Japón.
El laboratorio del calor: ciencia aplicada al rendimiento
A menos de dos semanas de la gran cita, la sala “Thermotron” del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA) acoge una exigente preparación: temperaturas que rondan los 32 °C y una humedad del 80 %, recreando un auténtico infierno ambiental de 47 °C en sensación térmica. Bajo esta presión, los marchadores entrenan con una cinta facilitada por GoFit, turno a turno, controlando ritmo, aclimatación e hidratación.
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Como explica con convicción García Carrera: “O te aclimatas o no tienes nada que hacer, por muy bien que llegues”. Su compañero Ávaro López añade: la adaptación al calor es fundamental, “no es fácil ingerir tanto líquido… cada atleta es distinto, pero en este caso igual vamos a beber cada kilómetro más o menos”.
Poder térmico, sacrificio físico
El cuerpo humano lucha sin tregua. La combinación de calor y humedad aumenta peligrosamente la sensación térmica -de 32 °C reales a 47 °C percibidos-mientras los marchadores pierden minerales con cada zancada. La clave está en anticiparse a este desgaste: “Hemos visto que lo importante es aprovechar estos últimos 14 días antes de la competición” asegura el atleta.
Se busca plaza: entre el honor y el desafío
Con la mirada puesta en la élite, ambos marchadores afrontan el Mundial con ambición. El favorito, explica López, será el japonés Toshikazu Yamanishi, respaldado por la afición local. Pero “queremos los puestos de delante, que es lo que queremos los españoles cuando competimos en marcha”,subraya García Carrera. La “Misión Tokio” no es sólo un entrenamiento: es una declaración de intenciones