Por Emeterio Valiente |

El japonés Yoshikazu Yamanishi y la italiana Antonella Palmisano hicieron buenos los pronósticos y se llevaron el gato al agua en el III Gran Premio Internacional Madrid Marcha Silbö Telecom, perteneciente al circuito de World Athletics, de categoría Gold y, como ya es costumbre, disputado en la icónica Gran Vía madrileña.

Bendecidos por la presencia del campeón olímpico Álvaro Martín, que recibió una placa como homenaje a su exitosa y recién concluida carrera deportiva, los astros del asfalto comenzaron su periplo a un ritmo más que asequible, 4:07 para el inaugural kilómetro. A pesar de ello, los rigores propios del inicio de temporada hicieron su papel y, apenas cubierta la primera de las diez vueltas al circuito capitalino, se cobraron sus primeras víctimas: el vigente subcampeón de Europa, Paul McGrath, decidía, según sus propias palabras al terminar, “no forzar más” y echaba pie a tierra. El campeón continental, el sueco Perseus Karlström, hacía lo propio, explicando después que “ayer calentando me dio un tirón en el cuádriceps y, aunque he querido competir, enseguida me he dado cuenta de que no iba bien y he preferido retirarme para que la lesión no vaya a más”.

Así las cosas, se formó un sexteto en cabeza que incluía a Yamanishi, los italianos Francesco Fortunato, Gianluca Picchiottino y Davide Finochetti, al español Diego García Carrera y al brasileño Matheus Correa. El ritmo continuó uniforme en torno a 4:06 en los siguientes giros, descolgándose Finochetti, mientras eran Yamanishi y Fortunato los más activos en la cabeza del quinteto. En las dos siguientes vueltas el ritmo se incrementó (4:00 y 4:02), llegándose al ecuador en 20:21 con los futuros inquilinos del pódium ya escapados, mientras Correa perdía unos metros y Picchiottino cedía tres segundos.

Fue en ese momento cuando Yamanishi, al que ya se le veía marchar con extrema facilidad, decidió incrementar su cadencia para firmar los siguientes kilómetros en 3:55 y un letal 3:51 que resolvió la prueba a su favor. A falta de tres kilómetros, el nipón, doble campeón del mundo, transitaba triunfal con 28:07 y dos segundos de avance sobre el ganador del año pasado, Fortunato, mientras Diego cedía 14 segundos frente al transalpino pero acumulaba siete de margen sobre Picchiottino.

Una vez asegurada la victoria, el solitario líder levantó un tanto el pie del acelerador cubriendo el octavo y noveno kilómetro en 3:59 con Fortunato consolidando su segundo puesto, pero muy lejos del japonés, y Diego vigilando a Picchiottino, pues el italiano seguía amenazante la estela del director deportivo del evento y amagaba con privarle del podio en la vuelta postrera; finalmente no fue así y Diego, el más vitoreado sin duda por los 10.000 espectadores, uno por cada metro de distancia del evento, aguantó el envite para conseguir su segundo podio en tres ediciones, tras su segundo puesto de 2022, marcando 40:44 mientras Yamanishi paraba el crono en 40 minutos exactos con 75 metros de ventaja sobre Fortunato (40:18).

Palmisano vence de bóbilis

En perfecta comunión y amalgama con sus colegas masculinos, las féminas se echaron Gran Vía arriba con un quinteto de cabeza compuesto por la indiscutible favorita Antonella Palmisano, la ucraniana Mariia -su nombre tiene dos íes, no es una errata- Sackaruk, la costarricense Noelia Vargas y nuestras Raquel González y Laura García-Caro. Ese grupo cubrió el inicial giro en 4:25, pero la italiana, campeona olímpica en Tokio, aumentó pronto el ritmo y dos vueltas a 4:18 fueron suficientes para quedarse con la única compañía de la ucraniana (13:00 para ambas al paso por el tercer kilómetro), mientras que Vargas marchaba a diez segundos de ese tándem pero con doce de renta sobre Raquel y 14 sobre Laura, debidamente jaleadas por el entusiasta público capitalino.

Mediada la cuarta vuelta, Sackaruk empezó a flaquear para dejar expedito el camino hacia la victoria a Palmisano, quien solo necesitó mantener su velocidad para empezar a construir una más que considerable ventaja sobre la ucraniana, una buena atleta de 1:28:47 en los 20kms. Justo a mitad de competición, la campeona de Europa en Roma marchaba con casi 100 metros de margen sobre Sackaruk (21:45 por 22:08) mientras Vargas circulaba tercera cuatro segundos después. En la más que interesante pugna doméstica, Raquel (22:37) mantenía cuatro segundos de avance sobre Laura, quien justo después de sobrepasar el sexto kilómetro sufrió una aparatosa caída al pisar en un trozo de asfalto en deteriorado estado; si bien la onubense, diploma olímpico, consiguió rehacerse en un principio, poco después optó por abandonar la prueba.

Con la primera plaza ya en el bolsillo, Palmisano inteligentemente sacó la calculadora cubriendo los tres siguientes circuitos en 4:25, 4:26 y 4:28, incrementando aún así su ventaja sobre Sackaruk, que fue atrapada por Vargas poco después del ecuador, marchando juntas durante dos kilómetros hasta que la costarricense volvió a ceder metros mediado el octavo giro.

En línea de meta, la ganadora amasó más de un minuto de ventaja sobre la ucraniana (44:02 por 45:05) con Vargas ubicándose en una plácida tercera posición (45:17) y Raquel arribando cuarta con 46:35. Causó extrañeza observar que la colombiana Sandra Lorena Arenas, cuarta en los Juegos de París, circuló siempre a gran distancia de las puestos de honor, siendo alcanzada por Antía Chamosa al paso por el ecuador (23:38 para ambas), cubriendo la segunda mitad al unísono con ventaja final para la experimentada medallista olímpica de plata en Tokio, que terminó quinta con 47:03, por 47:08 de Chamosa.

Tras cruzar victorioso la línea de meta, Yamanishi, todo un medallista de bronce olímpico en Tokio 2020, comentó que “aunque el circuito es duro y hacía viento, me he encontrado bien y he disfrutado mucho la victoria. Ha sido un año duro para mí al no poder competir en los Juegos Olímpicos, pero Massimo Stano me llamó y estuve entrenando con él en altura en verano, eso me ha servido para llegar en forma a Madrid y ganar”. Por su parte, Palmisano dijo estar “feliz de terminar el año con una victoria tras no poder terminar los 20kms de los Juegos Olímpicos porque cogí el covid unos días antes; ya no competiré hasta el año que viene, donde espero conseguir una medalla en el Mundial de Tokio”.

Hasta aquí este III Gran Premio Internacional Madrid Marcha Silbö Telecom. Spoiler: la cuarta edición no se celebrará dentro de un año, sino mucho antes.

  • Emeterio Valiente es corresponsal de World Athletics en España
  • Fotos: Ángel Rivas