España ha vuelto a dejar su impronta en los 20 kilómetros marcha del Campeonato del Mundo de atletismo que se disputa en Tokio. La penúltima jornada de competición ha sido un festival de resistencia y precisión técnica que ha coronado a los nuestros entre la élite internacional: oro de María Pérez, un séptimo puesto de Antía Chamosa y, en la categoría masculina, bronce de Paul McGrath y un valioso octavo puesto para Diego García Carrera.

El oro que reafirma a María Pérez

Con el calor húmedo de la capital nipona como testigo, María Pérez ha vuelto a demostrar por qué es la referencia mundial de la marcha. La granadina firmó una carrera de inteligencia y coraje: siempre atenta a los cambios de ritmo, se mantuvo en el grupo delantero hasta que, en el tramo decisivo, lanzó un ataque seco que descolgó a todas sus rivales.

Cruzó la meta en un tiempo ganador de 1:25:54, consagrándose de nuevo como campeona del mundo y completando su particular doblete: tras vencer en los 35 km, la atleta de Orce se adueña también de los 20 km. La mexicana Alegna González, que nunca se rindió, se colgó la plata a doce segundos de la española, mientras que el público local celebró el bronce de Nanako Fuji (1:26:18).

La hazaña de Pérez no fue aislada: la presencia española en la prueba femenina se dejó sentir con Antía Chamosa, que firmó una notable sétima posición, reforzando así la calidad de un equipo, el español, que no para de crecer.

Bonfim reina, McGrath brilla y García Carrera convence

En el turno masculino, la historia se ha escrito con nombre brasileño. Caio Bonfim, habitual del Gran Premio Internacional Madrid Marcha y uno de los grandes referentes de los últimos años, encontró en Tokio el oro que tanto había perseguido. Con un registro de 1:18:35, resistió la presión del chino Wang Zhaozhao (plata en 1:18:43) y acabó levantando los brazos al fin como campeón mundial.

Pero la emoción española se vivió unos metros detrás. Con paso firme, serenidad en los giros y un último kilómetro de raza, Paul McGrath defendió los colores de España para alcanzar un bronce histórico al terminar con un tiempo de 1:18:45, apenas dos segundos más lento que el subcampeón. Una medalla que confirma su estatus de gran realidad de la marcha mundial.

Paul McGrath (centro), junto a sus compatriotas Álvaro Lopez (i) y Diego García Carrera. | EFE/EPA/Franck Robichon

En esa misma prueba, Diego García Carrera completó una carrera seria, sólida, de esas que dan prestigio aunque no traigan medalla. Octavo en el mundo con 1:20:05, el madrileño reafirma así su fiabilidad en grandes citas. Siempre entre los diez mejores, siempre mostrando constancia, García Carrera ha vuelto a dejar claro que sigue siendo una pieza clave de la marcha española.

Una jornada redonda

Tokio se recordará como el escenario de un día dorado para la marcha española. María Pérez, inabordable; Antía Chamosa y Paul McGrath, emergentes y brillantes; Diego García Carrera, competitivo y sólido. Tres nombres que representan un presente que late fuerte y un futuro que se anuncia esperanzador. España sigue marchando mejor que nunca, pues lo hace en lo más alto.